He leído varios libros de H.G. Parry y me parece que se está especializando en un especie de fantasía histórica feérica, si me permitís la invención de esta categoría. Ya desde The Unlikely Escape of Uriah Heep, pero especialmente con A Declaration of the Rights of Magicians y The Magician’s Daughter, la neozelandesa ha ido definiendo más y más su estilo. Y aunque The Scholar and the Last Faerie Door tiene su parte de dark academy, la veo mucho más encuadrada en la narración de las relaciones con las hadas y los extraños acuerdos a los que los magos británicos llegan con ellas.
El libro comienza entroncando la Gran Guerra con el cierre de las puertas que permitían la comunicación con el mundo de las hadas. Me gusta mucho cómo un hecho histórico como la batalla de Amiens, da lugar a toda una cascada de consecuencias en el mundo mágico. A Parry no se le caen los anillos hablando de las desigualdades sociales, sobre cómo las familias más poderosas son privilegiados con la magia mientras que los estamentos más bajos de la sociedad ignoran su propia existencia. El principio del libro seguimos los pasos de Clover, una joven que descubre el mundo de la magia cuando su hermano regresa maldito y maltrecho de esta batalla, uno de los pocos supervivientes a las maldiciones mágicas que allí se desencadenaron. Su misma existencia es una tortura, ya que en cada ocasión especial de celebración pagana su maldición se recrudece, haciendo que la familia tema por su vida. Clover, decidida a liberar a su hermano, hará lo imposible para estudiar en Camford, la universidad mágica del Reino Unido. Ya os podéis imaginar de dónde viene ese nombre y si no, os diré que la forma de acceder a la universidad es a través de Oxbridge, por si no quedaba claro. Ahí Parry tampoco es que se haya quebrado.
En la primera y segunda parte del libro Clover luchará contra los estigmas de la alta sociedad, su falta de recursos económicos y su género como impedimentos para estudiar magia. Afortunadamente, o no, encontrará refugio y compañía con otros tres estudiantes de Camford que la acogen en su grupo. Estos dos bloques se desarrollan de una manera muy convencional, incluso diría que algo sosa, aunque aderezado con algún momento de intriga y exploración del propio Camford. Creo que un poquito de poda no le hubiera venido mal a esta sección de la novela, aunque esté asentando las bases de lo que acontecerá a continuación.
Merecen mucho más la pena las otras dos partes del libro, algunos años después, donde Clover deberá hacer frente a las consecuencias de sus actos de juventud. Ya con 27 años y establecida como profesora en la propia Camford, las hadas intentan volver al mundo para recuperar lo que era suyo y ahí es dónde el libro gana muchos enteros. Tanto en la relación entre los personajes, con una muy buena representación del reencuentro de quienes formaron parte de tu adolescencia para luego alejarse por las circunstancias de la vida, como con el propio desarrollo de la amenaza feérica, sus consecuencias y, sobre todo, lo que se puede hacer para detenerlo, tras descubrir los secretos mejor guardados de la elitista sociedad mágica, construida sobre unos pilares de sangre y crueldad. Recuerda por momentos a Babel de R.F. Kuang, pero un poco rebajada de mensaje social.
No soy muy de poner frases en las reseñas, pero, ¿se os ocurre una mejor forma de enganchar a un lector que esta?
In the end, it was four words that changed the course of our lives and the history of the world. Perhaps it wasn’t really so surprising. They were, after all, the most important words in any language.
“What are you reading?”
The Scholar and the Last Faerie Door es un libro que no creo que veamos en español, pero sinceramente no será por que no merezca la pena.




